Vivimos días difíciles, extraños, en los que nuestras rutinas y nuestras emociones se están viendo afectadas por el confinamiento al que estamos sometidos.
La rápida expansión del coronavirus nos obliga a enfrentamos a una situación
muy novedosa por la que la mayoría nunca hemos pasado. Y ante ello, nuestro
cerebro se prepara para adaptarse de la forma más eficaz posible. Uno de los
“comodines” de los que siempre tira (y que suele funcionar muy bien) es el
estrés.
Estamos ante una palabra con mala prensa porque asociada a malestar,
nervios, pérdida de control, inquietud excesiva o angustia. En apariencia, un
camino seguro para acabar viviendo una crisis de ansiedad. Pero no tiene por
qué ser así.
El estrés es una respuesta natural de nuestro organismo cuando éste percibe
que hay una amenaza para nuestro bienestar. Y estos días estamos rodeados:
estado de alarma, noticias catastróficas, negatividad, miles de
recomendaciones, una agenda de eventos más cargada que la de un
ministro… y todo esto sin dejar nuestras obligaciones cotidianas (trabajo, niños,
tareas domésticas, gestiones…). Al final el dichoso virus es casi lo menos
estresante.
El problema de lo que acabamos de contar no es que estemos estresados; eso es
lo normal y el cuerpo está preparado para responder bien. El problema es que
nuestro sistema nervioso se colapse porque no pueda absorber tanta
información, porque estemos inundados de estímulos que no nos aportan nada
práctico y además nos llenan de incertidumbre y miedo.
Por todo lo anterior, y con la idea de prevenir todo lo posible el malestar
emocional, te daremos algunas pautas sobre cómo combatir el estrés en estos
días:
1- Pon tu atención en aquello que puedas controlar y deja a un lado lo que no
depende de ti. No sabemos el tiempo que tendremos que estar en casa; sí
sabemos que cada día tendremos tareas que resolver (laborales,
domésticas…). Haz un listado de ellas.
2- Organiza una rutina diaria sencilla, sin caer en la rigidez ni tampoco en el
caos. En ella debe haber lugar para lo básico (descanso, alimentación, ejercicio
e higiene), para lo laboral, para las tareas domésticas (limpieza, comidas,
orden…), para compartir tiempo con las personas con las que convivimos (sí,
nos referimos a hablar, hacer algo juntos, y no sólo compartir el espacio físico),
para lo personal (ocio, autocuidado…)…
3- Ajusta tus expectativas sobre lo que vas a poder hacer. Está muy bien tener
recursos a nuestro alcance, pero ojo a la saturación y al exceso de actividades
porque eso también estresa. No olvidemos que cuando nos “imponemos” hacer
muchas cosas para estar ocupados, no nos estamos motivando sino obligando.
Y esa energía se gasta pronto. Asume los momentos de aburrimiento, de estar
en las nubes, de divagar… no hay que rellenar cada minuto de nuestra agenda.
4- Acepta las emociones y sentimientos desagradables. Son normales en
momentos como este. Es imposible sentirnos alegres, motivados, tranquilos,
activos… todo el tiempo. La tristeza, la pereza, el aburrimiento, la inquietud, la
incertidumbre… son de lo más normal en días así. No se trata de que nos
atrapen, por eso es bueno tener rutinas que nos mantengan activos, pero es
normal que “nos visiten”.
5- Haz por sentirte acompañado. Además de compartir tiempo con quienes
convives, comunícate con otras personas que te aporten compañía,
tranquilidad, charlas interesantes, aficiones, humor… En ese sentido las
tecnologías nos lo ponen fácil y nos acercan a los demás.
6- Y hablando de tecnologías…sí, toca ponerles límite. Es normal estar más
conectado de lo normal en momentos así, pero la tentación de estar todo el día
delante de la pantalla (móvil, TV, ordenador…) es muy grande. Y es perjudicial
por dos razones principales: porque nos llena de información alarmante y por la
fatiga visual y física que nos produce estar expuestos en exceso.
Estas son algunas ideas sobre cómo prevenir una crisis de ansiedad en una
situación tan complicada. No obstante, si necesitas ayuda psicológica, no lo
dudes y ponte en contacto con nosotros. El equipo de terapeutas de Psintra, comprometido con la crisis sanitaria actual, te sigue atendiendo ofreciéndote terapia online. Si sientes que no puedes sostener el malestar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, somos especialistas.